Dios bendiga a quienes asumen el desafío de la paternidad con empeño y esperanza,
los que con responsabilidad acompañan las vidas que han contribuido a engendrar;
los que con su presencia cubren espacios que, por distintas razones, otros dejaron vacíos;
los que con ansias buscaron la concreción del anhelo de ser padres,
o los que la vivencia los tomó desprevenidos.
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