Lo primero a tener en cuenta, es aprovechar el tiempo para organizar nuestros pensamientos hacia lo funcional. Es decir, tomarlo como si ésto fuese un regalo en donde cada uno genere nuevas alternativas, evitando pensamientos que invaliden posibilidades. Enfocarse que “hoy se puede hacer mucho” y recordar que ¡La vida es un obsequio precioso!
A pesar de que los huesos duelen o cueste ver sin lentes, cada día tenemos la opción de realizar una importante elección: pensar de manera creativa predisponiéndose a sentirse bien.
Por esto, es imprescindible mantener la mente activa con rutinas claras, cortas y sistemáticas, lo que ayudará en los días de cuarentena. Esto permite afrontar la situación desde otro punto de vista, desde lo positivo y no desde lo que nos falta o no podemos hacer. Algunas actividades simples como hacer sopas de letras, laberintos, hacer cuentas (sumas, restas, multiplicación, división) sacar ideas principales de algún informe periodístico, etc. pueden servir para matizar las tardes que muchos las viven como interminables. Hay que animarse a tomar de nuevo un lápiz y colorear alguna figura, inventar un cuento para ese nieto que está o no en casa y no lo ve hace varios días.
Retomar aficiones o pasiones, y ¿por qué no? hacer una agenda estipulando que en cada hora haya una tarea simple: desayuno, regar plantas, ordenar la cocina, ver tele, hacer dos divisiones, dos restas, tomar mate, preparar el almuerzo, etc. Los diversos ejercicios se pueden llevar a cabo durante el día y harán más llevadero el tiempo de confinamiento, eludiendo esos tiempos sin hacer nada ya que, es allí donde la mente vuela y se inunda de pensamientos catastróficos y dolorosos.
En segundo lugar, aunque reducir el contacto físico es imperativo, no debe haber distancia emocional. Llamar a hijos, nietos, amigos, vecinos, etc. es una oportunidad de interesarse y a la vez un desafío de hacer algo por el otro. Una de las formas más claras de expresarle cariño al otro es demostrando el estar presente.
Procura que cada amanecer sea sólo la excusa perfecta para comunicarte, hablar, incluso pedir ayuda si fuese necesario para hacer compras o buscar medicamentos.
Animarse a utilizar la tecnología, por ejemplo, hacer uso de una computadora, investigar en el teléfono nuevas operaciones, entrar a internet para ver temas que siempre fueron de interés, hacer videollamadas, etc. son otras maneras de combatir la soledad y pueden ser grandes aliados en este momento.
Realizar caminatas dentro de la casa o hacer algún ejercicio físico, evitando estar demasiado pendientes del televisor, ya que colaborará en potenciar el bienestar físico, mental y emocional. Es esencial minimizar la incidencia de la tensión, la ansiedad y la depresión para impedir favorecer a un sistema inmunológico más débil y posiblemente propenso al COVID 19. Aprovechar el acceso al que hoy se dispone por medio de internet en los numerosos videos que explican cómo hacer ejercicios en casa para mejorar el nivel funcional de las personas mayores. Recuerden, es su privilegio, ELEGIR PENSAR MEJOR Y DE FORMA CREATIVA.
Por último, cumplir con las recomendaciones que se han indicado por parte de las autoridades sanitarias, entendiendo que, a pesar de ser simples, ayudan y son efectivas. No olvidar lavarse las manos con agua y jabón de forma correcta, hacerlo frecuentemente, evitar tocarse los ojos, boca y nariz, utilizar pañuelos desechables para estornudar o toser y/o taparse la boca y nariz con el codo cuando se tosa; quedarse en casa, pero no dejes de bañarte, peinarte, pintarte, afeitarte, leer, bailar, cantar, ¡aprovechando este regalo precioso que es la vida!
Lic. Miriam Galera
Psicologia – Staff Sendas